jueves, noviembre 10, 2005

¿Por qué rechazaron los judíos a Jesús?




Durante la era del Segundo Templo, la mayoría de los judíos que vivian bajo el yugo romano esperaban a Mashiach Ben David (Mesías hijo de David), un libertador político-militar que derrocaría al invasor romano y restauraría el reino a un descendiente de David (de hecho, el Mesías sería tal descendiente.)

Jesús apareció haciendo milagros increíbles y con señales portentosas, pero esto no fue suficiente para convencer a los dudosos porque no vino como un conquistador. Es más, parte de Sus enseñanzas decían cosas que no eran "mesiánicas" en la mente de los judíos: "Si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer", "Al que te hiera en una mejilla, vuélvele también la otra", etc.

El Mesías debía ser, según los maestros de la ley y los fariseos, alquien que derrocaría al gobierno romano, no alguien que sería crucificado por ellos. El Mesías, de acuerdo a la tradición judía, no podía ser vencido.

Lo que la mayoría de Israel perdió de vista eran profecías como Isaías 53 y Salmos 22 que describian a un Mesías sufriente. Lo que era aún más increíble es que tanto el Mesías sufriente como el Mesías triunfante serían la misma persona, aunque la primera obra fuera realizada cientos o miles de años antes que la segunda.

El Mesías volverá para instituir su reino mesiánico en la tierra, e Israel será salvo por Su venida (Romanos 11, Zacarias 12, 13), pero de nada sirve tener un reino justo, si los corazones del pueblo están continuamente acostumbrados a hacer mal y manchados por el pecado. (De ahí la falla del comunismo y el socialismo a nivel mundial). Primero debe haber un cambio de corazón y redención de tales pecados, después se podrá establecer una sociedad perfecta, con un Mesías reinando desde Jerusalén.


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1 comentario:

Roberto dijo...

Evidentemente Jesús iba en contra de los intereses de la clase dominante judía de la época. Jesús predicó tanto para judíos como no judíos y eso el judío no lo acepta.