Tener una hermenéutica apropiada es importante para no engendrar falsas doctrinas. (Nota: La hermenéutica es el arte y la ciencia de interpretar apropiadamente la Biblia.)
Génesis 1:1 y 1:2
Algunos aseveran que entre
Génesis 1:1 y 1:2 hubo una guerra en el cielo que destruyó la creación
original. Es pura especulación. No hubo tal destrucción. Nada en Génesis
1 indica que esta fuera una re-creación.
Parte de esa falsa teoría fue introducida por la Biblia Anotada de Scofield, una Biblia trinitaria dispensacionalista muy utilizada dentro del movimiento pentecostal. Uno de los puntos de vista de Scofield era que los dones del Espíritu Santo (como el hablar en lenguas) habían cesado en el primer siglo, lo cual contradice la doctrina pentecostal, que afirma que los dones del Espíritu permanecerán hasta la venida de Cristo (compare: 1 Timoteo 1:7).
Algunos apuntan a la frase: "desordenada y vacía" que describe la creación de Génesis 1, insistiendo que "Dios no crea desorden". Pero este malentendido surge porque la traducción al español no vierte el significado exacto de la frase hebrea "tohu va bohu" que en realidad puede ser traducida como "incompleta y vacía". Es decir, la creación de Dios todavía no estaba terminada, así como una casa recién construida necesita muebles y personas para ser "completa", la creación de Dios necesitaba plantas, animales, aves, peces y aún el hombre, para ser completa.
Génesis 1:26 y 1:27
Génesis 1:26 y 1:27
Algunos indican que Génesis
1:26 no tiene que ver con la creación del hombre Adán sino con la
creación de la iglesia; y que 1:27 sí se refiere a la creación de Adán. Eso es falso.
La palabra "iglesia" no aparece para nada en Génesis 1 y 2. La contención de esta gente es que cuando Dios dijo: "Hagamos al hombre" le hablaba a Cristo y le estaba diciendo: "Hagamos a la iglesia a nuestra imagen". Aunque tal punto de vista es popular en ciertos círculos, debe rechazarse porque la Biblia debe interpretarse de acuerdo a su propio contexto. No podemos simplemente traer contextos de otros lugares para tal interpretación. Además que tal interpretación parece pluralizar a Dios en por lo menos dos "personas".
Génesis 1:1 y 1:2 deben leerse de corrido. Lo mismo con Génesis 1:26 y 1:27. En este último, ambos versos hablan de la creación del primer hombre Adán. Cualquier otra interpretación es un ejercicio de eiségesis (traer a la Biblia un significado ajeno) en vez de exégesis (extraer de la Biblia el significado).
Recuerde: "Un texto sin contexto es un pretexto".