martes, julio 25, 2006

La "personalidad" de Dios - Parte 2

Ronaldo (trinitario) y Timoteo (unicitario) se encuentran en la cafetería después de clases y continúan su charla sobre el término "Personas" con relación a Dios.

– "Estuve pensando sobre lo que hablamos," dijo Ronaldo, "creo que tengo la solución al problema."
– "¿Tan pronto?," dijo Timoteo.
– "Sé que usar el término "persona" para Dios está mal, a menos que añadamos otro término junto con él."
– "¿Oh, si?" dijo Timoteo intrigado, "Dime, cuál término arregla el problema?
– "Debemos decir "Persona divina", no sólamente "Persona".
Timoteo se entristeció un poco, pensando cúan difícilmente la gente abandona sus ideas erróneas. "Déjame contarte una fábula," dijo Timoteo.
–"¿Una fábula?" preguntó Ronaldo desconfiado.
– "Sí. En clase estuvimos rememorando las fábulas de Esopo. ¿Te acuerdas de ellas? Son cuentos imaginarios con animales que tienen características humanas: hablan, piensan, etc. pero al mismo tiempo retienen su naturaleza animal. El propósito de esas fábulas era dar una lección moral, por ello siempre terminan con una "moraleja."
– "Sí, me acuerdo."
– "Bueno, el perro y el gato están conversando animádamente, el perro dice, "te lo digo en serio, mi amo es un perro humano muy juguetón." El gato responde, "¿perro humano? ¿Cómo es eso? El hombre no puede ser un perro, sino que es de una clase diferente, es un ser humano." El perro continúa, "No, el hombre es un perro, pero es un perro humano." El gato, frustrado le dice, "¿Qué te hace pensar que el hombre es un perro?" El perro responde, "es sencillo, el hombre se alegra, tiene hambre, siente sed, corre, salta, y le gusta jugar. Todo ello son características de un perro, por lo tanto el hombre es un perro." El gato se quedó sin habla. ¿Cómo hacerle entender al perro que aunque el hombre tenga ciertas características similares a las de un perro, no por eso era un perro, por mucho que se cualifique el título con la palabra "humano." Ronaldo, ¿cómo le harías ver al perro el error de su deducción?"
– "Mmmm. Bueno, creo que entiendo a dónde vas con esta fábula. El hombre sí compartía ciertas características con el perro (hambre, sed, etc.) pero no por eso es de la misma clase. Y me dirás que aunque Dios comparte ciertas características con el hombre (voluntad, raciocinio, etc.) no por ello Dios es una persona."
– "Ese es mi punto. Cuando el perro "animaliza" al hombre, aunque diga que es un "perro humano" ha perdido de vista cuán exaltado por encima de los animales es el ser humano. Cuando el hombre dice que Dios es una "Persona" (o tres Personas) ha bajado a Dios a la altura del hombre.
– "Pero no es lo que queremos hacer. Nosotros sabemos que Dios es exaltado sobre todo."
– "Pero el resultado es el mismo. De la misma manera que el perro termina con un hombre concebido en su mente a la imagen de un animal. Igual aquel que llama a Dios "Persona" termina con un Dios creado a la imagen del hombre. Esto es en cierto sentido una blasfemia a la grandeza, santidad y gloria de Dios."
– "Nunca lo había visto de esta manera. Dios está muy por encima de toda persona, decir que Dios es una Persona divina no arregla el asunto."
– "Por eso los creyentes en el Nombre de Jesús tratamos de usar términos bíblicos para definir y explicar nuestra doctrina de Dios. No siempre es fácil, pero es un objetivo ideal."
– "¿Pero si no decimos que Dios es tres Personas, entonces, cómo diferenciamos al Padre del Hijo, y al Hijo del Espíritu Santo?"
– "Ciertamente no podemos hacer una diferencia de personas. Mi sugerencia sería usar una palabra bíblica: "manifestación". De tal manera que la manifestación de Dios en carne es llamada el Hijo, Dios en Su naturaleza espiritual es llamado Espíritu Santo. No son dos o tres dioses o personas, sino que son diferentes manifestaciones del único Dios verdadero."
Ronaldo estuvo en silencio unos cuantos segundos y luego concluyó, "Esto es más difícil de lo que pensé. Tienes razón, pero mi pastor no enseña esto, y no estoy seguro que le gustaría que yo esté hablando contigo."
Lo último que Ronaldo dijo al levantarsé fue, "Por favor, ora por mí."
Timoteo respondió, "Lo haré. Dios te bendiga." Una vez que Ronaldo desapareció en la curva, Timoteo inclinó su rostro para hablar con Dios: "Señor, te pido que puedas abrir los ojos del pastor de Ronaldo a través de Tu Palabra. Te pido también por mi amigo, para que le des la revelación bíblica de Tu Nombre y un amor por la verdad que lo lleve a aceptarla. En el nombre de Jesús. Amén."


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