El mejor entrenamiento en Consejeria

"El mejor lugar para estudiar un ministerio de consejería es un buen seminario teológico, porque éste es el único lugar en que se puede obtener una educación adecuada para poder ser un consejero como una vocación para la vida. No me refiero de modo primario a los cursos sobre consejería que se ofrecen en estas instituciones. Más bien estoy pensando en el griego, y el hebreo, y la teología, y lo cursos de exégesis y otros; estos estudios que le capacitan para familiarizarse íntima y adecuadamente con la Biblia. Esto es lo que el consejero necesita por encima de todo. Si ha de resistir las presiones de esta era, ha de depender del Dios vivo, y no de la sabiduría de los hombres. Si ha de ayudar a sus aconsejados a amar a Dios y a sus prójimos como deben, ha de tener "la Palabra de Cristo habitando ricamente en él" (Colosenses 3:16). Ésta es la necesidad básica para los consejeros de hoy." Jay E. Adams, La Práctica de Aconsejar, pág. 65, Editorial CLIE (énfasis mío).

¡Wow! He aquí un hombre que verdaderamente le ha dado en el clavo. Es imposible aconsejar a la gente si no se tiene una familiaridad con el Libro de Recetas Divinas. Debemos conocer la Biblia mejor que el médico conoce las medicinas, o el cirujano sus instrumentos, mejor que el abogado conoce sus leyes. El libro La Práctica de Aconsejar es mucho más bíblico en el área de la consejería que lo que he podido leer de otros escritores conocidos. Estos últimos especulan demasiado con sus teorías psicológicas seculares. Adams, escritor de innumerables libros sobre el tema y considerado el "padre" del movimiento de la consejería cristiana, pone como su único fundamento la autoridad de la Palabra de Dios.

Después de los libros de Lynda Allison Doty y J.R. Ensey sobre el tema, Jay E. Adams es una buena fuente de información sobre la consejería.

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