jueves, diciembre 08, 2022

Un mal uso de la Concordancia de Strong

Un mal uso de la Concordancia de Strong


¿Estamos traduciendo bien la Biblia o tergiversando su contenido?  

La mayoría de las palabras en cualquier lenguaje tienen una variedad de significados, pero por regla el contexto automática y efectivamente suprime todos los significados que no son apropiados. ~ Walter C. Kaiser, Jr.

Haríamos bien en prestar atención a las palabras de arriba, escritas por uno de los más conocidos eruditos de los idiomas bíblicos, Walter C. Kaiser, Jr.

Lo dicho por él es una de las razones por las que la Escritura no debería ser traducida mecánicamente con un Diccionario o Léxico en la mano. Aunque esto es precisamente lo que hace la gente, mayormente en el internet, anunciando al mundo entero cuál versículo ha sido "mal traducido" en esta o aquella Biblia y que la "palabra original significa" esto o aquello. Lo que olvidan (¿O tal vez no lo saben?) es que ¡el contexto es el que determina el significado! Y no el Léxico.

La función de un léxico es darnos las varias maneras en las que una palabra puede ser empleada en determinado idioma, dando los usos semánticos de la misma. Pero, cada palabra puede tener una variedad de significados dependiendo de la manera en que el autor la esté usando. Piense el lector en palabras como "bomba", "batería", etc. que pueden ser usadas en diversas maneras en el español. El significado lo determina el contexto en el cual tal palabra fue usada.

La equivalencia exacta entre, por ejemplo, el griego y el español no existe en multitud de expresiones bíblicas. La traducción bíblica no es tan simple como la gente parece pensar. De hecho, si alguno de los lectores a intentado alguna vez traducir un folleto o libro del inglés al español han encontrado esta situación en multitudes de ocasiones.

Déjenos darle un ejemplo: La palabra "yellow", dependiendo de su uso, puede ser traducida tanto como "amarillo" así como "cobarde" (este último es un uso coloquial). Sería un error agarrar un diccionario inglés y español y tratar de forzar el significado "amarillo" en todo lugar donde se emplee tal palabra en un determinado libro o publicación.

Otro ejemplo: La palabra "mordida" significa, traducida al inglés, tanto "bite" como "bribe" (este último es un uso coloquial). Si alguien confudiera los significados, o tratara de forzar el significado del diccionario para que siempre se traduzca como "bite", algunos tipos de comunicación serían ilegibles para los de habla inglesa.

La mayoría de los comités de traducción de la Biblia (con la excepción de los llamados "testigos de Jehová" y algunos falsamente llamados "mesiánicos) han estudiado los idiomas por años, y han tenido que aprender tales usos en la práctica. El estudiante que desconoce la gramática y usos de la lengua, lastimosamente, no está capacitado para traducir correctamente la Biblia. Es por ello que cada vez que alguien contiende por una u otra traducción de una determinada palabra, la mejor pregunta es:

¿Dónde estudió ese idioma?

Seguida por:

¿Puede describir la función que tal palabra tiene en la oración?

Etc., etc.

Si la persona no sabe lo básico de la gramática y sintaxis del hebreo o griego, ¿cómo puede pretender corregir a alguien que ha estudiado estos por años y años? Es decir, las personas que pretenden corregir esta u otra traducción en la Biblia Reina-Valera no pueden hacerlo simplemente basados en el Diccionario de Strong. Tristemente, dudamos que alguno de ellos pueda conjugar exitosamente cualquier verbo hebreo o griego, mucho menos entender los coloquialismos bíblicos.

La interpretación de la Biblia es una ciencia y un arte sagrados, debemos hacerlo con responsabilidad y con madurez cristiana.

¿Y usted?

¿Está traduciendo bien la Biblia o tergiversando su contenido?

— Defensores de la Fe

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