La multitud que dijo: ¡Hosanna! luego le dio la espalda a Cristo y clamó: ¡Crucifícale! Olvidaron algo que las rocas recuerdan, que lo Dios ya ha hecho por nosotros es suficiente. Si los Suyos guardan silencio y no le alaban y no le defienden, las rocas clamarán.
— Defensores de la Fe
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