jueves, julio 17, 2008

Rumores, rumores...


El último número de la revista New Yorker, que ha vendido aparentemente hasta la última copia, muestra en su cubierta una caricatura del candidato a Presidente de los Estados Unidos vestido de musulmán, su esposa está vestida de militar, una bandera americana arde en la fogata, y un cuadro de Bin Laden se ve en la pared de la Oficina Oval.

Aunque muchos demócratas se han levantado en contra de tal caricatura (sin importar el hecho que el New Yoker es más demócrata que republicano y que se han hecho la burla en manera similar del Presidente Bush en incontables ocasiones). Muchos dicen que son exageraciones. Otros piensan que hay mucho de verdad en lo que se muestra.

Los ataques racistas y anti-americanos del (ex) pastor de Obama, su rechazo a vestir una insignia de la bandera americana, los comentarios de su esposa de que, luego de la elección de Obama, era la primera vez que se sentía orgullosa de ser americana, rumores que Obama fue entrenado por musulmanes en el pasado, etc., han contribuído a una carrera electoral bastante interesante.

¿Será posible que Obama sea un musulmán en el closet?

De la manera en que los musulmanes fanáticos entrenan a sus adherentes, algunos de los cuales son ciudadanos modelos hasta el momento de su llamado al Jihad, creo que todo es posible. La verdad no la sabremos hasta el momento decisivo, cuando tal vez sea demasiado tarde.

¿Es Obama un hombre inteligente?

Definitivamente. Y es una voz que ha capturado los corazones de muchos jóvenes. Sus discursos son increíblemente inspiracionales (aunque lo único que esto demuestra es que Obama tiene un buen escritor de discursos — ningún político escribe sus propios discursos). Siendo relativamente joven, muchos pueden identificarse con él. Siendo representante de una minoría racial (raza negra) también le atrae muchos simpatizantes.

Hoy en día en la política de América el maquillaje es más importante que la sustancia de los discursos, o la moralidad de sus candidatos. Las promesas vacías de los candidatos todavía compran votos. No se nos ha entrenado a ver más allá de las apariencias, ni a discernir criticamente los motivos detrás de las ofertas.

¿Es Obama lo que América necesita?

No. América necesita alguien con sólidas convicciones morales, no alguien que sea "politicamente correcto" sólo por quedar bien con las multitudes. Necesitamos un candidato que haga lo que es correcto aunque no sea popular.

América necesita un Abraham Lincoln que se pare por lo que es la voluntad de Dios aunque tenga que pagar un precio supremo por lograrlo. Lastimosamente, tal hombre no se vislumbra en el horizonte americano... todavía.

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