lunes, agosto 29, 2005

Leyendo libros, jugando ajedrez





Recuerdo la primera vez que tuve que leer un libro de varias páginas, ya no recuerdo cuántas, sólo sé que me tardé tres meses en terminar de leerlo. ¿El título? Miguel Strogoff - El Correo del Zar

Yo era todavía un niño cuando mi papá me obligó a leer ese primer libro. Desde entonces no pude abandonar la lectura. Sí, fue difícil comenzar, pero luego la lectura se convirtió en una aventura más rica que cualquier programa de televisión. Recuerdo más las historias que leí, que las historias en la televisión. Clásicos de lectura fácil como los libros de Julio Verne y otros un poquito más complejos como los de Charles Dickens enriquecieron mi niñez. Tal vez Miguel Strogoff no es el mejor libro que se haya escrito, pero fue un buen comienzo (hoy que somos cristianos tal vez recomendaria otros distintos como El Progreso del Peregrino o En Sus Pasos).

Otras riquezas que los padres deberían compartir con sus hijos:

Enséñeles a jugar Ajedrez (si, Ajedrez, no solamente Damas, ni Monopolio), a nadar, a montar bicicleta, a leer la Biblia, y a orar. No hay mejores memorias que las que se hacen en un ambiente familiar, lleno de Dios.

Si usted, como padre, no sabe cómo hacer tales cosas, recuerde que nunca es tarde para aprender. Puede ser una aventura que pueden compartir juntos como familia.


•••

No hay comentarios.: