Uno de los más grandes problemas para responder a la pregunta ¿Procede toda verdad de Dios? es que la gente iguala "verdad" con "aquello que funciona". Para la mayor parte de las personas si algo funciona, lo hace porque es "verdad". Como veremos esto no siempre es cierto...
La curandera me quitó las constantes jaquecas...
Usamos música rock heavy metal en la iglesia porque eso atrae a los jóvenes...
El psiquiatra me ayudó cuando nadie más pudo hacerlo...
Me siento mucho mejor desde que practico yoga...
Mi dolor se fue desde que me hice la acupuntura...
Desde que participé en un "Encuentro" ya no sufro de ataques de ansiedad...
Mi puntería mejoró mucho desde que practico Meditación Trascendental antes de los partidos...
Mi iglesia creció desde que abandonamos la predicación contra el pecado...
Hemos prosperado desde la fiesta que hicimos a la Virgen...
Frases como esas son comunes en diaria conversación. Pero como cristianos debemos recordar que el fin no justifica los medios. Es decir, no porque algo funcione debemos nosotros practicarlo sin examinar su orígen, sus presuposiciones básicas y sus enseñanzas a la luz de las Escrituras.
La idea de que "toda verdad es la verdad de Dios" ha sido usada a través de los años para justificar todo tipo de prácticas anti-bíblicas. Muy pocos se preocupan de preguntar el punto de vista de Dios con relación a estas cosas, o de investigar los postulados fundamentales de tales ideas, filosofías, ciencia o religiones. Esto es un error imperdonable, especialmente en los líderes cristianos.
No todo lo que "funciona" viene de Dios. Recuerdo la historia de un ministro que quería pelear la superstición de la astrología. Como parte de su prueba se hizo hacer un horóscopo, pero cuando pareció exacto se envolvió en esa práctica por ocho años antes de arrepentirse y volverse a Dios por misericordia.*
Sólo porque algo funciona no significa que su utilización es moralmente aceptable. No importa cuánto "ayude". Por ejemplo: las prácticas ocultistas son condenadas por Dios y aquellos que se enredan en ellas serán condenados junto con tales prácticas (Lea en su propia Biblia: Isaías 47:12-15; Apocalipsis 21:8).
Algunos dicen que toda verdad tiene su origen en Dios; por lo tanto, dicen, si hay alguna verdad en el hinduismo (o cualquier otra filosofía o supuesta ciencia), debería ser integrada con el cristianismo y esto dará como resultado mejores cristianos. El problema es: ¿Quién decide qué es "verdad"? ¿Qué tests se aplican para su verificación? A menos que lo sepas con certeza, estás en camino a ser engañado.
Muchas ideas de integración se han dado a través de los años: Evolucionismo con Biblia (evolución teista), Astronomía con superstición ocultista (Astrología), Yoga con cristianismo (prácticas meditativas o de relajación), etc. Todas ellas dicen que hay verdad en "x" sistema y que tales verdades ayudarían al cristiano a tener una mejor vida, menos estrés, sanidad interna, guía en las decisiones, etc., etc., etc. Los beneficios que se listan no tienen fin. Pero, una vez más, para el cristiano lo importante no es si funciona o no, lo importante es si tal ciencia, filosofía o práctica de alguna manera contradice o ralea las verdades bíblicas.
Tales sistemas le dan al cristianismo, a la Biblia y a Dios un servicio de labios pero su corazón (su verdadero fundamento y fidelidad) está muy lejos de ellos. Afirman que Dios es, por supuesto, muy importante pero casi nunca se preocupan de ponerlo como el centro de sus ecuaciones; la Biblia es, por supuesto, la Palabra de Dios, pero la única vez que la usan es para rociar unos cuantos versículos sobre sus teorías pseudo-bíblicas; el cristianismo es, para ellos, una religión verdadera, pero no tiene TODA la verdad; etc. Esto llega a tal punto que ya nada es considerado una verdad absoluta, sino que se dice: "para mí es verdad, pero tal vez para otro no lo es". Recientemente oímos en la radio de una señora que afirmaba ser cristiana y musulmana al mismo tiempo. Ambos sistemas, para ella, tenían verdades que podían ser integradas en una fe en Dios sana. Esto, por supuesto, es un error muy grave.
Es increíble la cantidad de veces que maestros cristianos citan a autoridades religiosas o seculares como si fueran la Biblia misma.
"Los científicos dicen..."
"El Papa afirmó..."
"Un profesor de tal universidad dice..."
No se detienen a meditar que tales personas no pueden citarse como expertos en cosas que trascienden su experiencia, especialmente cuando se trata de cosas que tienen que ver con el más allá, el alma, milagros, etc.
Al mismo tiempo muy pocas veces analizan la razón por la cual tales autoridades llegaron a las conclusiones por las que abogan. Es decir, tales personas tienen una cosmovisión pre-determinada por sus mismos valores, creencias religiosas y patrones de pensamiento. Algunos proclaman cosas como verdad aún sabiendo que no lo son, porque tienen razones para ello, ya sean económicas o de otra índole.
Hay un gran peligro en una verdad parcial e incompleta que se proclama como si fuera toda la verdad; y hay un peligro más grande en una verdad mezclada con mentira:
"Un poco de levadura leuda toda la masa." (Gálatas 5:9)
Para nosotros, como cristianos, sólo hay una fuente de verdad completamente confiable e infalible: la Palabra de Dios revelada en la Biblia:
"Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia." (2 Pedro 1:2-3).
La Biblia ha demostrado ser, a través de los tiempos, la única fuente fidedigna de información con relación a cosas como el orígen de todo lo que existe, el destino del hombre, la naturaleza del alma. Es el único libro que nos revela a Dios tal cual Él es.**
"Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos[, a los científicos, psiquiatras, shamanes, sacerdotes, sociólogos, antropólogos, etc.], que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos? [Muertos en delitos y pecados, no nacidos de nuevo] ¡A la ley y al testimonio! [¡A la Palabra de Dios!] Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido." (Isaías 8:19-20)
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Notas:
*Contado por Ankerberg y Weldon en su libro, Astrology: Do the Heavens Rule Our Destiny?
**Para pruebas de la confiabilidad de la Biblia consulte Evidencias de la Inspiración de la Biblia en forma de libro o audio libro; o el seminario Por Qué Confío en la Biblia.
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