Cada año, después del Congreso Defensores de la Fe, nuestros corazones se elevan en gratitud hacia Dios y Su misericordia para con Su pueblo.
El camino hace el VI Congreso fue rocoso y lleno de problemas, pero el estar presentes la primera noche en medio de la poderosa atmósfera del Espíritu Santo, hizo que todo valiera la pena. Pastores y ministros vinieron desde fuera del país (Panamá y México), de otros estados (California, Louisiana, etc.) y otras ciudades dentro de Texas (El Paso, Fort Worth, etc.), cada uno con el mismo corazón ardiendo con el celo por la santidad y la gloria de Dios.
Ahora, yo sé que los pentecostales usamos la palabra "poderoso" con demasía, para describir un hermano ungido, un culto emocional, o hasta un sistema de sonido; lo cual le resta el verdadero significado. Pero, las personas que asistieron al Congreso expresaron que este fue el Congreso más profundamente espiritual que hemos tenido hasta la fecha. Lo emocionante es que lo único que hicimos fue exaltar la doctrina de la Palabra de Dios, y Dios hizo lo demás.
Los hermanos Marshall, especialmente la hermana Vani con su testimonio de ex-hindú, ahora apostólica hasta la muerte, fueron muy efectivos y cambiaron vidas con su espiritualidad, fe y autoridad a través del Nombre de Jesús.
Sólo aquellos que estuvieron presentes saben la atmósfera que hubo mientras las hermanas re-dedicaban sus largos cabellos a Dios, al mismo tiempo que sus esposos oraban por ellas.
Fue tan buena la sesión con los Marshall que les pedimos que volvieran al día siguiente, a lo cual accedieron muy humildemente. El hermano predicó un tremendo mensaje bíblico con el tema "¿Quién es Jesús?"
El hermano Mendizabal cerró el Congreso con un mensaje didáctico, revelatorio, y profundo con el tema "Porque no hay otro Nombre".
Ciertamente queremos agradecer a todos nuestros patrocinadores por haber hecho posible esta conferencia. Ciertamente Defensores de la Fe no es para todos, es sólo para aquellos que todavía aman la doctrina apostólica más que su propio éxito, métodos, o vanagloria. Damos gracias a Dios que todavía existen pastores que reconocen que Pablo dijo la verdad cuando escribió que el perseverar en la doctrina nos salvaría a nosotros y a los que nos oyeren (vea 1 Timoteo 4:16).
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