Leyendo con discernimiento

Cristianos que leen son cristianos que crecen espiritualmente. No hay manera de negar esto. Son también la gente que puede conversar inteligentement con relación a diversos temas.

Pero es bueno tener en cuenta que con relación a todo lo que leemos debemos ejercer discernimiento. Siendo que la mayor parte de lo que uno lee ha sido escrito por gente de denominaciones evangélicas que no son de persuasión pentecostal apostólica, uno siempre debe estar en guardia, es decir, con la Biblia al lado.

Entre los escritores religiosos que más impacto están teniendo en el mundo apostólico se encuentran George Barna, John Maxwell, y James Dobson. Por ejemplo, raramente escuchamos una enseñaza sobre liderazgo que no sea una repetición de las enseñanzas de Maxwell. Lo triste de esto es que el pentecostal apostólico tiene un acceso a Dios que muchos otros no lo tienen, y por ende puede producir materiales que son superiores a nivel revelacional que cualquier escritor no apostólico. Cada uno de los autores mencionados han escrito o enseñado cosas que no son bíblicas. Uno debe estar siempre alerta para no repetir los errores de otros. Y si algún autor pentecostal escribe sobre dichos temas, deberíamos apoyarlos para que puedan realizar más materiales y de esa manera enriquecer nuestro conocimiento.

El leer materiales de otros sin ponerse el "filtro bíblico" nos puede llevar a absorver errores que tal vez no sean tan palpables pero afectan la teología y práctica apostólicas, aún sin saberlo. Las consecuencias de esto pueden ser serias a largo plazo.

Sabemos de una iglesia reconocida de un pastor colombiano en Los Angeles que perdió varias familias por tratar de implementar supuestos métodos de iglecrecimiento bajo G12 y los llamados Pre-Encuentro, Encuentro, y Post-Encuentro. El principio usado era pseudo-bíblico y no seguía una hermenéutica bíblica sana. Lastimosamente, en este caso, aquellos que abandonaron esa iglesia tenían más discernimiento que el mismo pastor apostólico.

Que todo esto no lo lleve a escapar a los libros. Al contrario, cuanto más lea, más fácil será para usted discernir el contenido de lo leído. Y con el tiempo, quien sabe, tal vez usted mismo pueda contribuir materiales 100% apostólicos para el beneficio del Cuerpo de Cristo.


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