lunes, octubre 24, 2005

No bajes los estándares



¿Cómo identificar a un ejército sin estandarte? Aparentemente ciertos soldados en el ejército del Altísimo parecen haberse olvidado Quién es su General, y la razón por la que se enlistaron en esta batalla.

¿Por qué algunos pastores deciden bajar los estándares de santidad?

No hay una respuesta fácil ni única.

Algunos piensan que de esa manera crecerá la iglesia. Pero, ¿de qué sirve una iglesia de 1000 si sólo 10 son salvos? La Escritura enseña que "sin santidad nadie verá al Señor" (Hebreos 12:14). Entonces no importa si hay 3000 en una iglesia, si no tienen la santidad, entonces no verán a Dios.

El pastor debe analizar sus motivos para tal decisión. ¿Quiere más gente para que haya mayor flujo de dinero? ¿Quiere agradar a una o dos familias influyentes? ¿Le falta convicción propia? ¿Está copiando los métodos de igle-crecimiento de iglesias trinitarias?

Otros pastores han bajado los estándares una vez que la esposa o las hijas se han apartado de los mismos. En este caso, la experiencia familiar les ha hecho reconsiderar su doctrina. Ellos piensan, "¿Cómo predicar sobre santidad, si mi familia no la tiene?" Y dicen, "Mejor no menciono esto hasta que mi hija vuelva al camino." Pero si todos hicieran esto no podríamos predicar en contra de mentir, tener resentimiento, chismear, y muchas otras cosas que en algún tiempo alguien en la familia hará. No podemos dejar de declarar todo el consejo de Dios por tal motivo, de la misma manera que no podemos dejar de predicar contra la fornicación aunque sepamos que alguien en la congregación está envuelto en tal práctica. Con la diversidad de problemas y pecados en cualquier iglesia, cualquier pastor pronto no tendría ningún pecado sobre el cual predicar.

Recuerde que el oficio del profeta es precisamente el de declarar el pecado del pueblo, no ocultarlo.

Con razón dice la Escritura que "se amontonarán maestros según sus propias concupiscencias [lujurias, deseos pecaminosos]." Estamos viviendo tiempos peligrosos, pero al mismo tiempo tiempos de gran bendición para los que decidan pararse del lado de Dios. El Señor todavía necesita a Elías, no a un profeta de Baal.


G. Jorge Medina
Defensores de la Fe
www.defensoresdelafe.org


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