Nuestros niños son un tesoro sobre todo precio. Muchos de ellos están abandonando la Verdad una vez que llegan a cierta edad. Una de las razones que se han encontrado es que no tienen convicciones propias. Se les dice que deben ponerse vestido o falda (a las niñas) porque así se hace en la iglesia, o porque a Dios le gusta así. Pero nunca se toma el tiempo de abrir la Escritura y mostrarles razones bíblicas. Una vez que ya no están bajo la influencia directa de los padres, o cuando pasan la edad de la rebelión, se apartan de todo ello. Muchos ya no regresan.
Una de las tareas de la apologética es preparar a nuestros hijos con razones bíblicas y lógicas que apoyan nuestra fe y convicciones.
Si usted no está preparado para tal tarea, tal vez pueda pedir a su pastor que hable con su familia, y si su pastor no está preparado, pídale que visite esta página, así como la sección de apologética en www.mundopentecostal.com
Hacemos cualquier esfuerzo para darles a nuestros niños sus necesidades físicas. No deberíamos escatimar esfuerzos para suplir sus necesidades espirituales. Su bote sólo permanecerá en el puerto si el ancla es suficientemente fuerte.
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