Siendo que la Biblia fue sobrenaturalmente inspirada por Dios, debe estar libre de errores históricos, científicos, o de cualquier otra índole. Es imposible que la Biblia contradiga a la ciencia ya que Dios es el autor de ambas.
La Biblia no es en sí un libro de ciencia, pero su contenido está en armonía con los modernos descubrimientos científicos.
Aunque la Biblia es uno de los libros más antiguos del mundo, es sorprendente que sea tan exacta en cuanto a los conocimientos científicos más avanzados:
Las fuerzas de Gravitación
Proverbios 8:27 dice:
“Cuando formaba los cielos... cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo”.
Job en el Antiguo Testamento dijo que Dios “extiende el norte sobre el vacío, cuelga la tierra sobre nada.” (Job 26:7)
¿De dónde sacaron los escritores bíblicos tal conocimiento (en el caso de Job, aproximadamente en 1.500 A.C.) cuando todos los sabios antiguos creían que la tierra descansaba sobre algún fundamento sólido?
Copérnico en 1.475 fue el primer científico que teorizó acerca de la tierra suspendida en el espacio. La Biblia no necesitó teorizar, sino que afirma con certeza la verdad científica al respecto. La Biblia fue inspirada por Dios.
Artículo extractado del libro Evidencias de la Inspiración de la Biblia, disponible de Los Pentecostales de Royalwood - 713-473-1215.
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