"Santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros." (1 Pedro 3:15)
jueves, febrero 09, 2006
Los peligros de la Psicología, parte 2
Algunos se sorprendieron que diéramos una advertencia sobre la mezcla de psicología y cristianismo en la consejería familiar.
Algunos se preguntan: ¿Cómo puede un "psicólogo cristiano" utilizar métodos que no sean bíblicos en la consejería?
La respuesta está en las presuposiciones que toda teoría que trate con la psique del hombre esté utilizando para tal estudio.
Déjeme darle un ejemplo:
LA TRINIDAD
Cuando teólogos trinitarios enseñan sobre la teoría de la Trinidad Divina, lo hacen con la Biblia, utilizando versículos bíblicos para demostrar que Dios es un ser en tres Personas divinas. Ellos no comienzan con filosofía platónica, ni con religiones mundiales que adoraban una "trinidad" (como la egipcia y la babilónica).
Pero la verdad es que la Trinidad no es una doctrina 100% bíblica. Las presuposiciones inherentes en su desarrollo vinieron del pensamiento de los filósofos griegos, mezclado con la influencia de las religiones mundiales; a lo cual luego fueron añadidos versículos bíblicos que parecen apoyar el esqueleto ya formado por otras teorías. Es decir, la carne que cubre tales huesos es bíblica, pero el esqueleto está formado de presuposiciones filosóficas. Por ende, se termina con una doctrina que es fruto de la evolución teológica de varios siglos; no con una doctrina que brota del corazón de las Escrituras. En términos teológicos esto es eiségesis, no exégesis. Es decir, la Trinidad es impuesta en la Escritura, no brota de ella.
LA PSICOLOGIA "CRISTIANA"
Muchos cristianos utilizan los postulados y presuposiciones de la psicología secular, como el esqueleto fundamental de su "consejeria cristiana". A éste le añaden la carne de la Escritura, pero la forma final ha sido determinada por teorías no bíblicas, y por ende, aunque se llamen consejeros cristianos, no lo son en el sentido bíblico.
De allí el gran peligro que nuestra gente está enfrentando al entrar en el estudio de la psicología en universidades seculares (y aún en muchas universidades "cristianas") sin tener una sólida formación bíblica. No sea que terminen graduados, aconsejando a nuestra gente en las iglesias, utilizando técnicas psiquiátricas sazonadas con algunos versículos bíblicos.
Muchas veces, al igual que un trinitario que mira títulos como Padre, Hijo y Espíritu Santo y concluye que "ahí está la Trinidad"; algunos consejeros miran en la Escritura supuestos "ejemplos" de la utilización de ciertas técnicas psicológicas y piensan que han encontrado en la Biblia lo que la ciencia encontró en los laboratorios seculares. Recuerde que la única manera de tener una conclusión 100% bíblica con relación a teología o consejería, es comenzar con un esqueleto 100% bíblico y construir sobre él el cuerpo.
Mientras la psicología moderna está basada en ramas con bases en la teoría de la evolución, la supervivencia del más fuerte, la selección natural, etc. (esto es prevalente en ramas como la Biología, Antropología, Sociología y Psicología) y un punto de vista humanista, existencial, y utilitario. La consejería bíblica comienza con un estudio de la antropología del hombre al nivel creacionista, bíblico, basado en lo que Dios nos ha revelado al respecto, así como también la verdadera solución que El ha diseñado.
En la psicología "cristiana" quedamos con un Dios que puede sanar el cáncer, pero no la depresión; puede sanar la parálisis, pero no un imbalance químico. Esa es la razón que muchas personas que normalmente pondrían su fe en Dios por sanidad, terminan poniendo su fe en drogas que los atan por el resto de sus vidas. ¿Qué más pueden hacer? La psicología tiene sus límites y sus consejeros también.
"Esta situación es muy difícil y lo único que podemos hacer es recetarle esta droga para que la tome el resto de su vida. Esto no le sanará, sólo le ayudará a mantener su estado bajo control."
Pero un consejero apostólico puede decir:
"La psicología no ha encontrado una cura para este imbalance químico, pero déjame presentarte a un Dios que sí tiene la cura. En el Nombre de Jesús de Nazaret..."
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