Curso de Finanzas 02

Arkad, conocido en la ciudad como “el hombre más rico de Babilonia,” generoso con los necesitados y con su propia familia, recibió a los amigos de su juventud con mucho agrado y gentileza.

Al sentarse todos, Bansir le preguntó: “Cuando jóvenes estudiamos juntos, y jugamos los mismos juegos. Tú nunca fuiste mejor que nosotros en ellos. ¿Cómo entonces ahora tienes la buena fortuna de ser tan rico, y nosotros seguimos pobres?”

Les dijo que la “suerte” no tenía nada que ver, que la “fortuna” en realidad no era tal para los que la reciben. “Vean al pobre hombre que recibe una herencia millonaria y vean cómo es malgastada, y el hombre en poco tiempo vuelve a la misma pobreza de antes.

“La riqueza es gobernada por leyes, no por la suerte.”

Arkad respondió: “La respuesta a tu pregunta es una de dos:

1) No han aprendido las leyes que gobiernan la riqueza, o

2) No obedecen tales leyes.”

“Cuando era joven,” continuó Arkad, “miré todas las cosas buenas que el dinero puede comprar y decidí que lo tendría. Siendo el hijo de un humilde mercader aprendí que si iba a lograr mi objetivo, tiempo y estudio eran necesarios.

“El tiempo lo tenemos todos en abundancia. En cuanto al estudio, acuérdense el maestro que nos enseñó que hay dos tipos:

1) Lo que aprendimos y sabemos,

2) El entrenamiento que nos enseña a aprender lo que no sabemos.

“Buscando el segundo comencé a trabajar como escriba.
Un día Algamish, el anciano y rico prestamista, trajo unas tablillas para copiar, y las necesitaba urgentemente.

“Le ofrecí trabajar toda la noche para terminar la copia, si me enseñaba cómo ser rico como él. Me miró sorprendido y dijo:
“Cuando la juventud busca a la edad buscando consejos, recibe la sabiduria de muchos años.”

Y añadió: “Generalmente los jóvenes piensan que la sabiduria de los ancianos es anticuada, y por tanto no sirve para hoy; pero acuérdate que el sol que brilla hoy sobre tí el mismo sol que brilló cuando nacieron tus padres, y continuará brillando cuando tu último nieto deje este mundo.”

“Prometió enseñarme lo que sabía, si yo terminaba el trabajo. Laboré pesadamente toda la noche sobre las tablillas de barro. Terminé la obra en la madrugada, y él cumplió su palabra.

“Me dijo: “Encontré el camino a la riqueza cuando decidí que UNA PARTE DE TODO LO QUE GANO ES MIO. Tú encontrarás el mismo camino, cuando aprendas esta simple lección.”

“En mi mente yo pensaba: “Pero, TODO lo que gano es mio.” Y fue ahí cuando el anciano prestamista me enseñó la regla: Págate a ti mismo...”


G. Jorge Medina
Defensores de la Fe


PREGUNTAS PARA DISCUSION

1. ¿Puede uno que es rico, permanecer humilde, y dar dinero a los necesitados?

2. Si el saber las leyes que gobiernan la riqueza no es suficiente, ¿qué es lo que falta?

3. Para lograr un objetivo, dos cosas son necesarias. ¿Cuáles son?

4. Hay dos tipos de estudio. ¿Cuáles son?

5. El mundo y la iglesia modernos enseñan bastante sobre el primer tipo de estudio, pero no sobre el segundo. ¿Qué hay de errado en esto? ¿Cómo afecta la calidad de vida de la gente? ¿Cómo afecta esto la vida espiritual de uno? ¿Cómo afecta esto la manera en que la gente estudia la Biblia?

6. ¿Usted cree, como Arkad, que TODO lo que gana es suyo? ¿Por qué o por qué no?

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Trate de responder a las preguntas al final de cada estudio ya que ellas le ayudarán a memorizar los principios que estamos estudiando, y le aclararán algunos puntos de tal manera que pueda aplicar este material a su propia vida.


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Estudio basado en el libro “The Richest Man in Babylon.”