El mundo islámico se puso en pie de guerra cuando un periódico europeo publicó una serie de caricaturas sobre Mahoma. En una de ellas se ve a Mahoma con un turbante en forma de bomba.
En la religión islámica, toda representación de Mahoma es considerada blasfemia. Por esto se puede ver que tratan a su profeta casi como si fuera Dios mismo. En la teología cristiana, la blasfemia tiene relación con la divinidad, no con los profetas de Dios.
Las protestas en toda Europa incluyeron la quema de banderas, encuentros con la policia, y la quema de una embajada.
Mientras en el mundo se está publicando a voces que el Islam es una religión de paz, los musulmanes se encargan de que cualquier voz en contra sea silenciada. El mensaje es claro: nadie puede hacer ni decir nada en contra de su religión porque les constará la vida.
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