Por favor lea primero el mensaje del Jueves 4 de Mayo (abajo) como introducción a este tema.
La creencia de que el bautismo es una confesión pública de fe y nada más no tiene apoyo en la Escritura. No conocemos ni un solo pasaje bíblico que enseñe esa posición, aunque, increíblemente, una gran cantidad de evangélicos piensan de esa manera.
Veamos un par de ejemplos bíblicos que contradicen la posición de "confesión pública de fe."
1. El etíope eunuco. Fue bautizado por Felipe, pero estaban sólo ellos. No hubo una multitud de gente presenciando este bautismo (Hechos 8:35-39). La razón para que se bautizara de esa manera es que entendió que el bautismo es para perdón de pecados y para nacer de nuevo (Hechos 2:38; Juan 3:3-5; Tito 3:5).
2. El carcelero de Filipos. Se bautizó con toda su casa en medio de la oscuridad de la noche. No esperó hasta el día siguiente cuando pudieran haber habido testigos de su bautismo. Una vez más, el carcelero sabía que el bautismo era demasiado importante para esperar hasta la luz del día. El quería experimentar el nuevo nacimiento esa misma noche (Hechos 16:32-34).
Si alguien sabe de algún versículo que muestre algo diferente, por favor compártalo con nosotros. Pero si no hay ejemplos o enseñanza doctrinal que el bautismo es simplemente una formalidad o un testimonio público, entonces como cristianos creyentes en la Palabra de Dios debemos predicar la verdad sin impedimentos, y sobre todo obedecer lo que Dios ha enseñado.
"El que creyere, y fuere bautizado, será salvo." (Marcos 16:16)
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