miércoles, diciembre 07, 2005

Las Crónicas de Narnia




Algunos se han preguntado por qué no hemos escrito contra Las Crónicas de Narnia. (Este punto fue expandido un poco más en la revista Defensores No. 10, en el artículo La Nueva Religión Jedi.) Parece que la gente espera que uno se oponga a todo aquello que no es 100% historia bíblica. Pero note que aún los predicadores utilizan ilustraciones fantasiosas que no provienen de la Biblia. Aunque no hemos de leer basura para tratar de encontrar algo bueno, la Biblia sí enseña a "examinarlo todo, retened lo bueno."

No hay nada malo con la fantasía en sí misma. Jesús la usó con frecuencia en sus enseñanzas. El símil, la hipérbole y muchos otros géneros literarios son usados en la Escritura con frecuencia, especialmente en los libros poéticos. El problema en la mayoría de los casos es el propósito del libro en cuestión (como Harry Potter, que enseña la brujería como algo bueno y deseable, o El Código Da Vinci que es una defensa del paganismo y el ocultismo). Las Crónicas fueron escritas por C.S. Lewis, uno de los filósofos cristianos más influyentes del siglo pasado. Su conversión del ateismo al cristianismo fue instrumental en el cambio de incontables incrédulos. Su libro "Cristianismo y Nada Más" (titulado en inglés, "Mere Christianity") es una de las mejores defensas racionales de la fe cristiana. Esto no debe ser visto como una aprobación de todo lo que él ha escrito. Como apostólicos tenemos una mayor revelación bíblica acerca de Dios y Su plan de salvación.

El problema mayor con obras de fantasía como las de Lewis es la falta de discernimiento en nuestra gente. Por ejemplo, se dice que con la lectura de El Código Da Vinci muchos perdieron su fe en la Biblia como la Palabra inspirada de Dios. ¿Cómo es esto posible? ¿Cómo puede una novela afectar de tal manera a alguien? La ignorancia de los orígenes y las pruebas de la inspiración divina de la Biblia es la culpable de tal desastre (Para tales pruebas consulte nuestro libro Evidencias de la Inspiración de la Biblia, y la serie en CD El Orígen y la Inspiración de la Biblia [2 volúmenes]). Debemos añadir a esto el conocimiento que el autor tiene sobre la identidad de Dios y sobre la redención. Lewis no era pentecostal, y por lo tanto su conocimiento en estas áreas estuvo limitado a la luz que recibió en su tiempo.

Si nuestros niños crecieran sabiendo distinguir entre lo bueno y lo malo, lo bíblico y lo mundano, entonces no tendríamos tanto problema. La verdad es que no hemos hecho un buen trabajo en tal entrenamiento, en muchos casos porque nosotros mismos nunca tuvimos tal enseñanza. No estamos preparados para discernir de manera adecuada, y por ende no podemos explicarlo a nuestra nueva generación.

No tome esto como una recomendación de los libros o de la película sobre Las Crónicas de Narnia. Hollywood tiene una larga historia de corromper las mejores historias en su afán de hacerlas populares, y ciertamente tratarán de quitar todo lo "cristiano" de su producción teatral. Pero sería una buena aventura que leyera buenos libros junto con sus hijos; que abrieran luego la Biblia y conversaran sobre los diferentes temas, aventuras y desafíos que enfrentan los carácteres. El Progreso del Peregrino de John Bunyan es todavía uno de mis libros favoritos para este objetivo. No es un libro perfecto, pero es un buen comienzo. Estoy seguro que su vida familiar y su conección con sus hijos florecería en este proceso.


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