La palabra castellana "persona" utilizada hoy no tiene relación directa con la palabra "persona" utilizada en el siglo III por aquellos que comenzaron a pluralizar a Dios. De hecho, la palabra "persona" entendida en ese tiempo tal vez está más cerca a la concepción unicitaria de Dios que a la moderna doctrina de la Trinidad.
Tertuliano, el primero en usar la palabra "trinitas" utilizó la palabra "persona" para referirse a Dios, pero el significado de esa palabra en Latín era, de acuerdo a la ley romana, usada para hablar de una entidad legal. En drama significaba una máscara usada por un actor, y por extensión, el rol siendo actuado.
Los modernos trinitarios no la ven de esa manera, porque su moderna teología ha modificado el significado original y les hace ver tres seres distintos uno al lado del otro.
Con esto no estamos diciendo que Tertualiano era unicitario, al contrario, su doctrina era de un naciente trinitarianismo desconocido en los primeros dos siglos de la iglesia.
Cuando un trinitario dice que Dios es "Persona" o "Personas" debe primero definir tal palabra y explicar de dónde saca esa definición (ciertamente no de la Biblia). Con frecuencia, lo único que hacen es humanizar a un Dios que no puede ser constreñido a una definición tan pobre. Dios es Espíritu (Juan 4:24) no una Persona. Esta verdad eterna es inviolable tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo.
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