La apologética es definida como "la defensa razonable de la fe cristiana". El propósito principal de esta defensa (del Griego: apología) es el de ganar almas para el Señor. Nunca para mostrar cuánto sabemos, ni para avergonzar a la persona de otra religión.
1 Pedro 3:15 nos dice que debemos dar una respuesta "con mansedumbre y reverencia". El respeto a nuestros semejantes es parte indispensable del evangelismo moderno. Toda obra evangelística, y toda obra de apologética debe estar motivada por el amor.
Tenemos dos grandes mandamientos:
1. Hay un sólo Dios y debemos amarle con todo nuestro corazón.
2. Debemos amar a nuestros semejantes como a nosotros mismos.
Confieso que no siempre es fácil mantener una buena actitud, especialmente con gente que sólo busca burlarse de nuestras creencias, en vez de conversar con la Biblia abierta. En tales casos, el abandonar tal conversación es lo más sabio que se puede hacer.
Investigue siempre su corazón para ver cuál es la verdadera motivación por la que está interesado en aprender a lidiar con ateos, católicos, testigos, mormones, o con el vecino de al lado.
La defensa de la fe no es una opción, sino un mandamiento.
Hacerlo de manera humilde y respetuosa es parte del mandamiento de 1 Pedro 3:15.
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1 comentario:
Muy bueno que el señor jesus les bendiga....
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