Unidad entre organizaciones apostólicas

Muchas veces nos hemos preguntado si es imposible una mayor unión entre las diferentes denominaciones apostólicas que predican el verdadero evangelio.

Hace un par de meses fui invitado a predicar en una confraternidad de jóvenes donde se reunirían varias iglesias. Después de revisar mi calendario vi que la fecha estaba disponible, así que accedí a ir. No conocía a los organizadores, pero al final de ultimar los detalles, la persona al otro lado de la línea titubeó un poco: "Hermano, no sé cómo decirle... y espero que no esto no cambie su decisión de venir... Es que... nosotros no somos de la Iglesia Pentecostal Unida Internacional, sino que somos de una organización apostólica independiente."

Le aseguré que para mi eso no era importante, la verdad que la organización a la que perteneces no hace diferencia. La persona con la que hablaba se puso feliz y pudo respirar libremente.

Ha sido y es parte de la mentalidad de Los Pentecostales de Royalwood que la sangre que nos une es más poderosa que las ideologías que puedan separarnos. Todo aquel que predica el verdadero evangelio (1 Corintios 15:1-4) y lo ha aplicado a su vida (Hechos 2:38-39) es verdaderamente parte del Cuerpo de Cristo.

Por este motivo hemos predicado aniversarios, dedicaciones de santuarios, campamentos,etc en iglesias que no pertenecen a la misma organización, pero que sí pertenecen a la misma Iglesia gloriosa del Señor.

Soy amigo personal de varios pastores en otras organizaciones pentecostales y estoy orgulloso de serlo. Muchos de ellos han enriquecido mi vida e inspirado mi caminar; varios de ellos me retornarian el cumplido diciendo que nuestro ministerio ha sido de bendición para sus vidas.

Creo yo que si como hijos de Dios ponemos la mirada en nuestro Señor Jesucristo, podemos tomarnos de las manos y trabajar juntos para evangelizar no sólo nuestra ciudad o estado, sino paises enteros para la gloria de Dios.

Entre nosotros nos reconocemos por el fuerte amor al Nombre de Jesús, el bautismo en agua y la llenura de Su Espíritu. Pero el mundo necesita algo diferente y ciertamente debemos de dárselo para que puedan distinguirnos:

"En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros." (Juan 13:35)


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