El estudio de la profecía bíblica es uno de los más emocionantes y difíciles a realizarse. Los frutos de tal estudio son eternos y generalmente deberían llevar a la persona a una consagración más profunda y una mejor relación con su Señor y Salvador.
Al mismo tiempo, hay algunas advertencias que deben ser tenidas en cuenta:
1. No estudie sólo un punto de vista. Expánda su horizonte. A veces uno tiene sólo un comentario bíblico y tiene a aceptar las conclusiones del autor o autores sin hacer una revisión crítica de lo escrito y las conclusiones detalladas. Lo mejor es consultar varios libros al respecto, y sobre todo, dejar que la Biblia se interprete a sí misma.
2. No enseñe su "nueva revelación" inmediatamente. Espere. Deje que lo aprendido tenga tiempo de madurar. Generalmente uno comete errores al salir predicando o enseñando una teoría nueva que parece armonizar de "mejor manera" los pasajes proféticos de la Biblia. Si uno espera un poco, generalmente revisará su posición, a veces inclusive se dará cuenta de falacias lógicas o escriturales en su nueva teoría, volviendo a abrazar el punto de vista que había aprendido en su iglesia local. Si sale enseñando una teoría demasiado pronto, muchas veces el orgullo no le permite volver atrás, al punto de vista más bíblico que había abandonado.
3. No piense que su conocimiento del tema de profecía lo hace más espiritual o un mejor cristiano. Recuerde que el conocimiento envanece, pero la gracia edifica. Nunca mire a otros hermanos "por encima del hombro." Recuerde que la característica cristiana de la humildad es la hermosura de la santidad.
4. No se enfoque sólamente en temas proféticos. Este error es causa de mucha disensión y de desnutrición espiritual. Nadie puede sobrevivir en lo físico simplemente comiendo carne, necesita arroz, papas, vegetales y frutas, etc., lo mismo sucede en lo espiritual. Sea balanceado en sus estudios bíblicos. Practique y estudie temas devocionales que lo acerquen a Dios. Estudie los fundamentos de la fe cristiana y compártalos con pecadores frecuentemente. No hay nada peor que un erudito bíblico que no pueda explicar con sencillez el plan de salvación a un alma hambrienta.
5. No tuerza ni represente mal las creencias de otros para hacer parecer más bíblico su punto de vista particular. La refutación de ideas y doctrinas falsas es posible por medio de la Escritura, sin necesidad de levantar "espantapájaros." La verdad no tiene temor del error.
6. No caiga en el error de interpretar la Biblia a la luz del periódico del día. Algunos de los errores más grandes en el estudio de la escatología se han cometido al tratar de buscar en las noticias del día cumplimientos proféticos de la Biblia. Tenga presente que una noticia que esta semana ocupa todos los noticieros, será una memoria distante en un par de semanas. La credibilidad de muchos maestros de profecía fue destruida por su afirmación que este o aquel evento mundial cumplía tal o cual profecía.
7. No fuerce interpretaciones dudosas sobre el texto bíblico. Algunos maestros han encontrado parte de sus interpretaciones aparentemente fundadas en la Biblia, exceptuando uno o dos puntos. Para hacer que toda su interpretación funcione, han rebuscado un cumplimiento profético donde no había ninguno, y terminaron enseñando un error que al pasar el tiempo se hace más y más palpable.
7. No piense que ha llegado a la meta en sus estudios de la Escritura. Siempre hay más que aprender. Si mantiene una actitud de estudiante por el resto de su vida, el divino Maestro seguirá enseñándole Sus secretos. Recuerde que el mejor maestro es generalmente aquel que es también el mejor estudiante. Toda persona con la que hablamos tiene algo que enseñarnos, y nos enriquecerá si mantenemos una actitud de aprendizaje.
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