El afán de la gente de leer un sólo versículo y crear una doctrina o posición doctrinal basado en esto es una de los peores errores que existen en la interpretación bíblica. Por esto nuestro lema es: No leas un versículo.
Con esto queremos decir, que leas todo un párrafo, capítulo, o libro antes de tomar una posición con respecto a algo que la Biblia enseña.
El contexto de un verso son los versículos antes y después. Por ejemplo, el contexto de Juan 3:16 podría ser los textos de Juan 3:11-15 y Juan 3:17-21. Un contexto más amplio sería todo el capítulo 3, luego el Libro entero de Juan, etc.
La progresión contextual se vería de la siguiente manera:
1. Versículos que rodean al verso en cuestión.
2. El capítulo en que se encuentra tal versículo.
3. El Libro o Epístola en la que se encuentra tal versículo.
4. Otros escritos del mismo autor.
5. El Testamento donde se encuentra tal escrito.
6. La Biblia entera.
Dos cosas, entre otras, son ayudadas por el estudio sistemático del contexto escritural:
A. Interrogantes. Con frecuencia, las preguntas que la gente hace al no entender un determinado versículo son explicadas por medio de una cuidadosa atención al contexto del mismo.
B. Sectas. Muchas veces, las falsas doctrinas son refutadas precisamente por el contexto de los versos que están tratando de usar para propagar tales ideas erróneas.
La próxima vez que esté leyendo la Escritura y algo parezca no tener sentido, o cuando alguien le dé unos versos para apoyar una doctrina que no parece ser correcta; examine los versículos antes y después de los textos citados. Verá porqué este método de estudio bíblico es el mejor que existe.
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