La teoría de la Trinidad enseña que Dios Hijo vino al mundo, enviado por Dios Padre. Así que mientras el Hijo se manifestó en carne en la tierra, Dios Padre estaba en Su trono en el cielo.
Este punto de vista, aunque común, es errado por los límites que impone a Dios.
Dios es Espíritu (Juan 4:24), y está en los cielos al mismo tiempo que en la tierra (Deuteronomio 4:39).
Cuando la Escritura nos revela que "Dios fue manifestado en carne" (1 Timoteo 3:16), no limita a "Dios" (es decir, no dice: "Dios Hijo", o "la Segunda Persona de Dios") porque todo lo que es Dios fue manifestado en carne. Esto también es revelado en Colosenses 2:9 "porque en [Jesús] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad." Todo el "pleroma" (Griego=plenitud) de "Theos" (Griego=Dios) habita en el cuerpo de Jesús.
La conclusión bíblica es muy diferente de la trinitaria. La Biblia no dice que "Dios Hijo" habitaba en Jesús, sino "toda la plenitud" de Dios.
Jesús lo dijo de esta manera:
"El Padre que mora en mí, él hace las obras." (Juan 14:10).
Amigo trinitario: Si el Padre se quedó en el cielo en Su trono, ¿por qué Jesús revela que el Padre moraba dentro suyo?
La verdad es que hay un sólo Dios (Deuteronomio 6:4), y ese Dios vino a este mundo en el Hijo (1 Timoteo 3:16; Romanos 9:5; 2 Corintios 5:19).
Cuando Dios dio a Su Hijo (Juan 3:16), se dio a Sí mismo, entregando Su cuerpo para dar vida a Sus amigos (Juan 15:13), porque nadie puede amarnos más que Dios ya que Dios es amor (1 Juan 4:8).
"Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él" (1 Juan 3:1).
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