jueves, noviembre 13, 2008

Consecuencias imprevistas del matrimonio homosexual


La siguiente historia, de autor desconocido, ilustra de manera real las consecuencias imprevistas de legalizar el matrimonio homosexual. Uno de los argumentos usados por el movimiento homosexual es que "el amor" debería ser el factor decisivo. Si dos personas se aman, dicen ellos, deberían poder casarse. ¿Pero en realidad, quién decide si esto ha de limitarse a dos personas? ¿Qué hacer cuando un hermano y su hermana decidan que se "aman" y quieren contraer matrimonio? ¿O un padre y su hija mayor de edad? ¿Una madre y un hijo? ¿O tres personas, ya sean del mismo o de diferente sexo? ¿Se negarán tales derechos a matrimonios polígamos?

¡El cambiar la definición tradicional del matrimonio: un hombre y una mujer de por vida, ciertamente llevará a desastrosas consecuencias en los siguientes años!


----
Una escena en el City Hall de San Francisco

“Buenos días. Queremos aplicar para una licencia de matrimonio.”
“¿Nombres?”
“Tim y Jim Jones.”
“¿Jones? ¿Son parientes? Veo que se parecen.”
“Si, somos hermanos.”
“¿Hermanos? Ustedes no pueden casarse.”
“¿Por qué no? ¿Acaso no están dando licencias de matrimonio a parejas del mismo sexo?”
“Si, miles de ellas. Pero no hemos tenido hermanos que aplicaran por ellas. ¡Eso es incesto!”
“¿Incesto? No, nosotros no somos homosexuales.”
“¿No son gay? Entonces, ¿por qué quieren casarse?”
“Por los beneficios financieros, por supuesto. Y nos amamos. Además, no tenemos otros prospectos.”
“Pero estamos dando licencias de matrimonio a parejas gay y lesbianas a las que se les había negado protección igual bajo la ley. Si ustedes no son gay, se pueden casar con mujeres.”
“Un momento. Un hombre homosexual tiene el mismo derecho que yo tengo de casarse con una mujer. Pero simplemente porque soy heterosexual no quiere decir que quiero casarme con una mujer. Yo quiero casarme con Jim”
“Y yo quiero casarme con Tim. ¿Va a discrimarnos simplemente porque no somos homosexuales?”
“Está bien, está bien. Les daré su licencia. El siguiente, por favor.”
“Hola. Estamos aquí para casarnos.”
“¿Nombres?”
“John Smith, Jane James, Robert Green, y June Johnson.”
“¿Quién quiere casarse con quién?”
“Todos queremos casarnos con todos.”
“¡Pero ustedes son cuatro!”
“Es cierto. Es que todos somos bisexuales. Yo amo a Jane y Robert, Jane ama a mí y a June, June ama a Robert y Jane, y Robert ama a June y a mí. El casarnos entre todos es la única manera en que podemos expresar libremente nuestra preferencia sexual en una relación matrimonial.”
“Pero es que estamos dando licencias sólo a parejas gay y lesbianas.”
“¡Entonces están discriminando contra los bisexuales!”
“No, es que la idea tradicional con relación al matrimonio es que es para parejas.”
“¿Desde cuándo a ustedes les importa lo tradicional?”
“Bueno, es que, uno tiene que trazar la línea en algún lugar.”
“¿Quién lo dice? No hay ninguna razón lógica para limitar el matrimonio a parejas. Cuantos más seamos mejor. Además, ¡demandamos nuestros derechos! El alcalde ha dicho que la Constitución garantiza protección igual bajo la ley. ¡Dános una licencia de matrimonio!”
“Está bien, está bien. El siguiente.”
“Hola, quiero una licencia de matrimonio.”
“¿En qué nombres?”
“David Davis.”
“¿Y el otro hombre?”
“Esto es todo. Quiero casarme conmigo mismo.”
“¿Casarse con usted mismo? ¿Qué quiere decir?”
“Bueno, es que mi psiquiatra dice que tengo una personalidad doble, así que quiero casarlos a ambos, después podremos reportar nuestros impuestos juntamente.”
“¡Esto es el colmo! ¡Renuncio!”


...

No hay comentarios.: