Al responder la pregunta: ¿Cuál es el verdadero Evangelio? Los apostólicos generalmente responden: Hechos 2:38!
¿Sabía usted que tal respuesta no es 100% correcta?
En realidad el Evangelio no ha cambiado en toda la historia del hombre. Siempre ha habido y sólo habrá Un Evangelio Eterno. De acuerdo a Pablo en 1 Corintios 15:1-4 tal Evangelio es la muerte, sepultura y resurrección de Cristo (no Hechos 2:38). Y tal evento es en realidad el centro de toda la historia de salvación. Los santos del Antiguo Testamento miraban hacia adelante a tal evento. Los creyentes del tiempo de Jesús vivieron la consumación del evento de la cruz. Los santos de hoy miramos hacia el pasado al mismo evento.
La aplicación del Evangelio específica para esta Dispensación de la Gracia es la obediencia a Hechos 2:38:
Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Aunque algunos críticos nos acusan de enfatizar demasiado Hechos 2:38, como si no supiéramos otros versículos, es importante enfatizar que nuestra predicación de salvación no está limitada a Hechos 2:38. En realidad es posible explicar la necesidad del arrepentimiento, el bautismo en el nombre de Jesús para perdón de pecados, y el bautismo del Espíritu Santo en muchas otras escrituras sin apelar a Hechos 2:38.
En conclusión decimos que el único Evangelio verdadero que debe predicarse es la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Hechos 2:38 es la manera de aplicar ese Evangelio a nuestras vidas. Sin la obediencia a Hechos 2:38 no podemos alcanzar salvación y el Evangelio no nos aprovechará en nada a menos que apliquemos la sangre de Cristo a nuestras vidas y seamos nacidos de nuevo (Juan 3:3-5).
Para mayor información sobre este tema, escuche el podcast haciendo un click aquí.
También puede obtener el audio CD "Manchado con la Sangre de Jesucristo" visitando Recursos Apostólicos.
G. Jorge Medina
Defensores de la Fe
www.defensoresweb.com
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